La política también crea amistad, una mezcla de lealtad con
grados de envidia como funciona casi cualquier relación humana. Claro, en el
caso de la política el hambre de poder y de ideales, finalmente impulsan al
individuo a ingresar al mundo público y determinan las relaciones humanas que
se construyen dentro de la política. Casi con signos de advertencia los
candidatos a lo que sea, comparten sonrisas cuando obtienen acuerdos y gestos
de enemigos cuando discrepan en propuestas. Son relaciones de amor y odio que,
como en cualquier sistema, forman parte de la costumbre y los gajes del
trabajo. Así tenemos muchos casos de lealtad política, casi apresada por
ideales similares y signos de un bien mayor. Es cosa de recordar cuando el
actual delegado de campamentos Felipe Kast dejó el ex Mideplan y hoy Ministerio
de desarrollo a Joaquín Lavin, la presión de la UDI pudo más y el salvavidas
cayó sobre el ex alcalde de Santiago. El único perjudicado fue el joven Kast,
quien estoico a sus principios y lealtades jamás esbozó crítica alguna por esta
salvada donde el sacrificio corrió por su parte.
Más cercano en los días el caso del diputado Gaspar Rivas y
su renuncia a RN ha causado sorpresa, tanto por la reconocida fama de los
partidos de la alianza por el control sobre sus soldados políticos así como lo raro que se ve hoy en día que alguien renuncie a lo que sea por principios.
Por lo menos ese fue el argumento del diputado Rivas quien adjudicó su renuncia
a la presión del partido oficialista para que rechazara el informe del lucro en
la educación. Algo es seguro, Gaspar perdió amistades por tamaña decisión, la
piel del político es mucho más blanda y siente estos eventos como si fueran verdaderas
estocadas.
Volviendo a la contingencia causa sorpresa la positiva
reacción del mundo político ante el casi fatal accidente del senador Alejandro
Navarro. Quien sólo meses antes había vivido un “round” con el también senador
Jorge Pizarro por acusaciones entorno a la nueva legislación de la tv digital y
cómo se transmitiría ciertos eventos. Navarro acusó a Pizarro de robar a todos
los chilenos el derecho de ver a la selección chilena de fútbol de forma
gratuita, tema casi de conflicto bélico entre los apasionados hinchas de la
roja.
Aun así luego de su trágico accidente, Pizarro se mostró
sorprendido y preocupado por la salud de Navarro, con quien se comunicó y mandó
sus más fraternales deseos. Incluso desde la vocería, el Ministro Chadwick
mandaba en nombre del Gobierno sus sentidos pensamientos en post que Navarro
pronto estuviera en el senado. A esto se le suma la irrupción de un duro de la
derecha, el diputado Iván Moreira quien debe ostentar el record de mayores pleitos
verbales con el accidentado Navarro. Aun así se dio el tiempo de telefonear al
senador y desearle una pronta recuperación.
Las relaciones entre los políticos sufren con la convivencia,
la ley natural indica que por conceptos de ideales y hedonismo debo, a lo
menos, aborrecer a mi rival . La interacción entre estos tipos de seres humanos
vuelve cada relación como fraterna o republicana como les gusta llamarla. Algo
es seguro, Moreira volverá a discutir con Navarro pronto vendrá la campaña
contra el diputado Rivas y lo más importante, el diputado Alinco podrá
descansar un tiempo de los chistes en su contra por ser detenido teniendo
relaciones sexuales en plena carretera. El blanco de burlas ahora será Navarro
a quien urge obsequiarla unas lecciones de moto.